NANAWA

La contención del ataque paraguayo por parte de los bolivianos en la zona del Fortín Saavedra llevó al Ejército de ese país, conducido por el mercenario alemán general Hans Kundt (“pe gringo tuya vyro”), a proyectar una ofensiva general con el propósito de derrotar a su adversario y así obligar al Paraguay a aceptar las condiciones de paz que fueran favorables a Bolivia. Pero el Ejército paraguayo no estuvo dispuesto a dar el brazo a torcer y opuso tenaz resistencia. Y no solo eso: empezó a presionar, con el propósito de lograr el repliegue del ejército boliviano y obligarlo, luego de sangrientas batallas y tres años de guerra, a abandonar el territorio disputado: el Chaco. Dos de esas heroicas batallas fue la de Nanawa, cuyos aniversarios se recuerdan cada 20 de enero y 4 al 7 de julio. 

LA PRIMERA BATALLA.
El general Kundt, reincorporado al Ejército boliviano, causando el resentimiento de sus oficiales, ordenó una maniobra de distracción en dirección al fortín Platanillos. La reacción paraguaya fue la reorganización de su ejército, creando el II Cuerpo de Ejército, bajo el mando del Tcnel. Juan Bautista Ayala. Con la creación de esta gran unidad, el coronel José Félix Estigarribia se convirtió en jefe del Comando Sur y la III División de Infantería, con asiento en Bahía Negra, en Comando Norte. 

A fines de 1932, el fortín Nanawa se convirtió en la base de la V División de Infantería, comandada por el Tcnel. Luis Irrazábal. Esta división estuvo integrada por el RI 13 “Tuyutí”, un escuadrón de división, al mando de Aníbal Mojoli; una brigada de caballería, comandada por el mayor Tomás Mendoza (RC4, RC5, un escuadrón de boys scout y una batería de cañones de 75 mm.). Para impedir la caída del bastión paraguayo, se construyó una defensa con alambre de púas, posiciones protegidas con rollizos de quebrachos y una extensa línea de trincheras en semicírculo. Además, se hizo la mayor concentración de ametralladoras empleada en la guerra. Todo eso para “negar al enemigo la exultación moral que le traería la ocupación” de Nanawa y frustra el sueño boliviano de llegar al río Paraguay. Por su parte, el general Kundt tenía tal seguridad de su triunfo que anunció que la caída de Nanawa ocurriría a las 12 del día 20 de enero.

Al alba del 20 de enero, 6.000 bolivianos (apoyados por una formidable artillería, diez aviones, lanzallamas, tanques de guerra) se abalanzaron sobre las posiciones paraguayas, pero, como diría el bardo guaraní, “gringo tuja vyro Nanawa rokêre ojoso iti”. 

Los paraguayos inicialmente no opusieron resistencia, lo que animó a los bolivianos, pero en un momento dado, sorpresivamente, los paraguayos abrieron un nutrido fuego con armas automáticas, morteros y fusilería conteniendo tres ataques sobre los puntos más avanzados. La tenaz resistencia paraguaya y la porfiada agresión boliviana llevaron a ambos contendientes a realizar, en algunos momentos y lugares, sangrientas luchas cuerpo a cuerpo, con graves pérdidas para los atacantes. La situación de los paraguayos era grave. Escasez de municiones y la falta de aprovisionamiento pusieron en jaque a nuestras tropas. Aun así la defensa pudo sostenerse varios días, dando pie a numerosos actos heroicos en ambos bandos. Inclusive, los bolivianos llegaron a atacar la cocina y los servicios de sanidad paraguayos, enfrentándose cuerpo a cuerpo con los paraguayos, incluyendo enfermos y heridos, que se defendieron con bayonetas, machetes y palos puntiagudos. 

Este primer ataque a Nanawa duró hasta el 31 de enero (11 días más de lo previsto por Kundt). En esos días de combate, los paraguayos tuvieron 248 bajas, contra 2.000 pérdidas bolivianas. El prestigio del mercenario alemán sufrió un duro golpe y Bolivia sufrió otra derrota moral.

Numerosos fueron los héroes de aquella gloriosa jornada. El pago fue la ingratitud. El pueblo le debe al conductor de aquella jornada, el coronel Luis Irrazábal Barboza, un testimonio de gratitud, con el generalato póstumo.

Se libró en el Chaco Boreal desde el 4 al 7 de julio de 1933, fue el segundo intento del general Hans Kundt por capturar el estratégico fortín Nanawa. Fue el ataque frontal más importante llevado a cabo por el ejército boliviano durante toda la guerra donde empleó, masivamente, todos los recursos disponibles: artillería, aviación, tanques, morteros y lanzallamas.

La preparación boliviana para el segundo asalto no fue un secreto para el comando paraguayo. Las informaciones de inteligencia indicaban que Kundt había movido nuevamente su centro de gravedad al sur. Estigarribia preparó las defensas de Nanawa con la convicción estratégica de impedir a cualquier precio que esa posición cayera en manos bolivianas. Esto era inusual porque su concepción estratégica general era la de realizar una defensa elástica.

A fines de junio, prisioneros bolivianos y patrullas lejanas paraguayas confirmaron a Estigarribia que era inminente otro poderoso ataque a Nanawa. Desde mucho antes, el teniente coronel Irrazabal, comandante de la 5.ª División, con la experiencia recogida en enero, había tomado medidas para reforzar aún más su posición.

Como no se disponía de armamento apropiado para contrarrestar el blindaje de los tanques bolivianos, se ubicaron piezas de artillería de 75 mm. en posición rasante para destruirlos con tiros directos. Las primeras trincheras se ahondaron hasta convertirlas en reglamentarias para tiradores de pie. Frente a las mismas se colocaron una compleja red de alambradas rastreras, reforzadas a intervalos de 30 a 40 metros con minas de alto poder explosivo. Frente a la ‘’Isla Fortificada‘’ o ‘’Isla del Diablo‘’ y sobre la ruta Nanawa-Mariscal López se construyeron obstáculos antitanques consistentes en grandes y profundas zanjas. Los tramos de trincheras que inicialmente estaban aislados se unieron paulatinamente formando una fortificación de varios kilómetros de extensión.

La disposición de las fuerzas paraguayas era la siguiente: La brigada de caballería RC-4 (con 943 hombres), integrada con los regimientos ‘’Aka Verá‘’ y ‘’Aka Karayá‘’, ocupaba posiciones en el ala sudeste de Nanawa, su extrema izquierda llegaba hasta 3 kilómetros al sudeste. La 5.ª División (con 1500 hombres), integrada con los regimientos RI-7 (ala norte) y RI-13 y RC-3 (ala sur), era la responsable de defender todas las posiciones que circundaban a Nanawa. Por afuera del sistema defensivo, hacia el norte, fuerzas desprendidas de la 4.ª División, integradas con los regimientos ‘’Boquerón‘’, RI-12 y una compañía de zapadores, mantenían el enlace con el resto de la 4.ª División que defendía Gondra. El diagrama defensivo semejaba una ‘’V‘’ con el vértice apuntando hacia el oeste apoyado en el fortín "viejo". Desde ese vértice, las trincheras se abrían en dos hacia atrás, un lado se dirigía hacia el noreste (unos 2,5 km hasta la ‘’Isla 1‘’) y el otro hacia el sureste (unos 3 km) casi todas apoyadas en los bordes de montes e islas con un amplio campo de tiro delante de ellas.

Completaba la defensa el GA-2 ‘General Roa’ con una batería de cañones de 105 y dos de 75 mm. La reserva estaba integrada por el Batallón de Rifleros Nº 1, el Batallón Nº 2 y un escuadrón divisionario.

TRECE TUYUTÍ

NANAWA

CHACO BOREAL

El autor subido a uno de los tanques Vickers, capturados por el ejercito paraguayo en la Batalla de Campo Vía cuando éste se encontraba en la Plaza del Congreso. Este trofeo fue devuelto a Bolivia en 1994.


REFERENCIAS:

Comentarios

  1. como esta un saludo desde santa cruz Bolivia, sobre la batalla segun lo que se es que fueron 9000 bolivianos lo que atacaron y segun alli se dice 9000 paraguayos la defendian en cuanto a artilleria se dice que eran 30 cañones de 75 mm y 10 de 105 mm ademas de que para esa epoca llegaron los morteros de 81 mm, otra arma nueva que entro fueron los lanza llamas que causaron creo las mayores bajas en ese dia pero cuando termino todo todos los de lso lanza llamas estaban muertos, espero que podamos seguuir comentando todo y un saludo a todos

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