GUERRA CONTRA LA TRIPLE ALIANZA



LOS HERMANOS SEAN UNIDOS.  La Guerra contra la Triple Alianza o Guerra Grande, llamada por los brasileños Guerra do Paraguai y por los uruguayos y argentinos Guerra del Paraguay se desarrolló entre 1865 y 1870 en la cual la Triple Alianza, una coalición conformada por Brasil, Uruguay y Argentina luchó contra el Paraguay.



Hacia 1863, Uruguay tenía un gobierno blanco, el de Bernardo Berro, aliado del Paraguay. Berro fue derrotado por los Colorados al mando del General Venancio Flores, los gobiernos de Argentina y Brasil financiaron y apoyaron el golpe, por lo que el imperio destruyó a bombazos la ciudad de Paysandú (Uruguay). Tras el ataque, el gobierno de Berro pidió la ayuda de su aliado Solano López, y éste le declaró la guerra al Brasil inmediatamente. Pero para llegar al territorio uruguayo, las tropas de López debían pasar por suelo Argentino, y el gobierno de Mitre se opuso, pero sí permitió el paso de las tropas brasileñas para atacar Paraguay, razón por la cual Paraguay decide declarar la guerra a Argentina.

Dada la enorme extensión del territorio brasileño, Paraguay no podía, pese a sus victorias, lograr una acción decisiva; es entonces que Francisco Solano López reclama al general Bartolomé Mitre el permiso para que las tropas paraguayas pudieran avanzar por territorio argentino hacia el territorio uruguayo en donde, liberando a Uruguay de los brasileños, esperaba López encontrar un aliado y un lugar de gran importancia estratégica (una salida al mar).

Mitre no accedió a lo demandado por López por dos motivos, uno era obvio: si Argentina permitía el paso de tropas de un estado beligerante en esta guerra, quedaba involucrada directamente en ella; el otro motivo era la antigua relación de afinidades entre Mitre y el jefe del partido colorado uruguayo Venancio Flores, enemigo declarado de López. Es así que López da un paso fatídico: El 14 de marzo de 1865 rompe relaciones con Argentina y en abril de ese año inicia la campaña en su contra: las tropas paraguayas capturan barcos argentinos en el río Paraná y ocupan la provincia argentina de Corrientes La declaración de guerra fue ocultada por Mitre unas semanas a fin de cohesionar a su alrededor a las provincias argentinas y a algunos caudillos (como Urquiza) que consideraban, con toda justicia, fratricida una guerra entre Argentina y Paraguay; sin embargo enardeció los ánimos argentinos la noticia de que algunas mujeres correntinas habían sido raptadas y llevadas a Paraguay. Con todo, hubo en casi toda Argentina una oposición a participar en esta guerra, hasta el punto de que gran parte de los soldados enviados eran de orígenes africanos semi esclavizados llamados cambás por la población paraguaya.

En mayo de 1865 las tropas paraguayas emprenden la campaña de Uruguayana: dos columnas paraguayas, tras la ocupación de Corrientes avanzaron hacia el sudeste, una marchando por la orilla derecha del río Uruguay y otra por la izquierda; la primera, al mando del mayor Duarte, es vencida por las tropas argentinas en Yatay, la segunda es cercada por las más numerosas tropas brasileñas en las proximidades de Uruguayana, allí los paraguayos se ven obligados a rendirse a los brasileños, y tras la rendición fueron masacrados. Previamente Mitre estableció en la ciudad entrerriana de Concordia el cuartel general del ejército aliado. Estos hechos señalaron un cambio absoluto del curso de la guerra: Precipitadamente las tropas paraguayas debieron abandonar la Mesopotamia y ponerse a la defensiva en la región paraguaya ubicada entre los ríos Paraná y Paraguay. El frente norte quedaba también prácticamente abandonado, lo que permitió cruentas matanzas de los llamados insultantemente en guaraní con el nombre de “guaycurúes”, etnias sin estado como las de los pilagás y tapieté, casi todas ellas acérrimas enemigas de Paraguay.

Las primeras líneas defensivas paraguayas ubicadas en el sur eran formidables (y muy conocidas por Brasil, ya que había participado en su construcción cuando existía una “cooperación” brasileño-paraguaya contra Argentina entre 1825-1852), motivo por el cual las fuerzas de Brasil, Argentina y Uruguay optaron por realizar un rodeo a través de la región chaqueña hasta ingresar al territorio paraguayo en cercanías de la fortaleza de Humaitá.

La campaña de Humaitá duró casi tres años: desde octubre de 1865 hasta la capitulación de la plaza de Humaitá en septiembre de 1868. Se libraron entonces, entre otras, las batallas de Corrales, Estero Bellaco, Tuyutí (24 de mayo de 1866), Boquerón, Sauce y Curuzú.

El 12 de septiembre de 1866 el mariscal López se entrevistó con Mitre en busca de un avenimiento pacífico pero la entrevista fue infructuosa debido a la absoluta oposición de Brasil a hacer una paz con el Paraguay sin una total rendición. Mitre, como el uruguayo Flores, estaban comprometidos con Brasil por un tratado secreto a no firmar por separado ningún tratado con Paraguay. La participación no declarada de Inglaterra fue fundamental para que esta conspiración “secreta”, se llevara a cabo en pos de destruir la competencia paraguaya en la industria textil y del algodón (Paraguay era el segundo productor y manufacturador de algodón en el mundo). De esta manera, Inglaterra logró deshacerse de la competencia.

El 22 de septiembre de 1866 ocurre la Batalla de Curupayty, en la cual las tropas paraguayas al mando de José Eduvigis Díaz infringieron una gran derrota a los aliados. Concretamente: la poderosa flota brasileña se había comprometido a demoler con su artillería desde el río Paraguay a las grandes fortificaciones paraguayas de Curupayty. Tal acción brasileña no se realizó o se realizó ineficazmente, las tropas argentinas –creyendo ya desmantelada a la artillería paraguaya– avanzaron resuelta y casi desprevenidamente a campo traviesa siendo prácticamente barridas por esa misma artillería a la que consideraban desbaratada Las fuerzas paraguayas al mando del general Bernardino Caballero trataron luego de contener el avance de los aliados en Itororó y Abay, pero fueron exterminadas. El mariscal López se atrincheró en las Lomas Valentinas, pero sufrió una nueva derrota, tras esto las tropas argentinas al ver casi aniquilado al ejército paraguayo prácticamente abandonaron la guerra, de este modo es que sólo fuerzas brasileñas y algunos pocos contingentes uruguayos adeptos a Flores entraron en la ya indefensa Asunción saqueándola y arrasándola. Los restos del ejército paraguayo se vieron forzados a retirarse hacia el noreste, estableciéndose efímeramente la población de Luque como segunda capital paraguaya.

Tras la ocupación brasileña de Asunción, el 15 de agosto de 1869 se formó en las ruinas de esta ciudad un “gobierno provisional” de triunvirato impuesto por Brasil. Los aliados tomaron Piribebuy, el último combate con alguna participación argentina. Luego de esto la ocupación brasileña fue retardada en Acosta Ñu por un ejército paraguayo formado por adolescentes y niños, los cuales fueron exterminados por el ejército de Brasil.

EL ÚLTIMO COMBATEEl mariscal Francisco Solano López inició la más sacrificada campaña a través de la cordillera de Amambay; él junto a los escasos supervivientes se establecieron en Cerro Corá, el 14 de febrero de 1870. Una columna brasileña despachada desde Concepción al mando del general Correa da Cámara se enfrenta el 1 de marzo con el ejército de 200 hombres del Mariscal. López recibió un lanzazo en el bajo vientre y un sablazo en la frente. Auxiliado llega a orillas del río Aquidabán, donde fue alcanzado por las tropas al mando de Correa da Cámara, quienes lo intimaron a la rendición. El Mariscal López se batió sable en mano hasta el final. 

Su última frase sigue siendo hasta la fecha una materia de controversia. Algunos historiadores señalan que dijo “¡Muero por la Patria!” y otros “¡Muero con la Patria!”. Negándose a entregar su espada fue herido por otro soldado que lo ultimó de un tiro al corazón. Los historiadores que sostienen que las últimas palabras del presidente paraguayo fueron “¡Muero con la Patria!” lo hacen en base a la convicción de que éste pensaba que tras el término de la guerra las tierras del Paraguay iban a ser repartidas entre el imperio brasileño y la República Argentina.

Según cuenta la historia el mariscal Francisco Solano López antes de morir, intentó tragarse la bandera paraguaya, con la intención de que los enemigos no se la llevaran como un trofeo.

Cerro Corá (en guaraní: escondido entre los cerros) es un paraje del departamento de Amambay, en Paraguay, casi inmediato a la actual frontera con Brasil y una decena de kilómetros al sudoeste de las ciudades de Pedro Juan Caballero y Punta Porá. Allí, a partir de la madrugada del 1 de marzo de 1870 se libró el último y sangriento combate de la Guerra de la Triple Alianza.

La derrota total de Paraguay en este combate desencadenó además en un desastre demográfico: la población del país, aproximadamente 525.000 personas antes de la guerra, fue reducida a unos 221.000 luego de ella (1871), de los que solamente unos 28.000 eran hombres. Según otras fuentes, murieron cinco sextas partes de su población.

Otros historiadores, como el argentino Felipe Pigna, amplían estas cifras a 1.300.000 habitantes antes de la guerra, quedando reducida a 300.000, la mayoría sólo niños y mujeres.

Paraguay perdió gran parte de su territorio (160.000 km²) y fue obligado a pagar una abultada indemnización de guerra: el préstamo de £200.000 recibido de Inglaterra debió saldarse con refinanciaciones llevando la suma a £3.220.000.

ESCRÚPULOSEl jefe del ejército brasileño, el mariscal de Caxías, escribe a su emperador: “¿Cuánto tiempo, cuántos hombres, cuántas vidas y cuántos elementos y recursos precisaremos para terminar la guerra, es decir para convertir en humo y polvo toda la población paraguaya, para matar hasta el feto del vientre de la mujer?”. 

ACOSTA ÑÚEl 12 de agosto de 1869 ocurre una batalla de desesperación, Piribebuy, en donde los cañones son cargados con piedras, vidrios y arena porque no hay balas; las mujeres combaten junto a los hombres y si no tienen armas, tiran tierra a los ojos de los invasores. Después hubo un nuevo combate, Acosta Ñu, donde se excede el heroísmo: Bernardino Caballero manda una legión de niños disfrazados con barbas postizas para que el enemigo los tome por adultos y les presente combate; seis horas resisten las cargas de la caballería brasileña, que vengando el engaño acabará por incendiar el campo con sus oponentes infantiles. 

Para el brasileño Julio Chiavenatto en su investigación Genocidio americano: la guerra del Paraguay, la batalla de Acosta Ñu fue librada por 20 mil experimentados soldados brasileños contra 3.500 chicos. Fue el 16 de agosto de 1869. Desde entonces esa es la fecha en la que Paraguay conmemora el Día del Niño. Guia de Formosa

Guerra del Paraguay Primera Parte





Guerra del Paraguay Segunda Parte





Guerra del Paraguay Tercera Parte




GENOCIDIO AMERICANO
LA AUDACIA DE UNA POTENCIA EMERGENTE
1° de marzo
LOS TRATADOS CON LA TRIPLE ALIANZA SON NULOS

Comentarios

  1. Genocidio, palabra que describe muy bien las acciones realizadas por los ejércitos y comandantes aliados contra el Paraguay.

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